Los resultado de las elecciones en os länder alemanes de Turingia y Sajonia trascienden la esfera regional y señalan un nuevo paradigma político para Alemania y para el nacionalismo europeo.
«Por primera vez desde 1945 una fuerza nacionalista gana unos comicios en Alemania», titular que ocupa las cabeceras de la prensa europea, algunos lo anuncian con alegría, otros con inquietud. Nadie es ajeno a la importancia de este hecho.
El sistema político alemán usó todos sus recursos: policía, prensa, policía del pensamiento, iglesias católicas y protestantes, aparato del Estado, bancos -que cierran aleatoriamente cuentas de dirigentes de AfD- «anti-dascistas»… pero no pudieron impedir que la voluntad popular se expresase y que el cantidato de Alternative für Deutschland Björn Höcke al que la «justicia» alemana había condenado en junio por usar el lema «Todo por Alemania» que «recordaba al nazismo», fuese el vencedor en unas urnas de Turingia con un 32.8% de los votos. En Sajonia -30.6%- la formación nacionalista quedó en segundo lugar a poco más de un punto de lograr también la victoria.
Izquierda: Enric Ravello con Severin Köhler, delegado de las juventudes de AfD. Derecha: Manuel Quesada con Steffen Kotré, diputado del Bundestag por AfD.